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martes, 30 de julio de 2013

Un buen comienzo


Después de aquella noche, aquella larga noche en la que mi cabeza no paraba de dar y dar vueltas sobre la conversación que tuve con David, todo cambio para mí. Sentí que no era la misma, esos escalofríos, esa mirada perdida, esas mariposas en el estómago que te hacen desesperar. Tenía que ser consciente, y la única verdad es que por haber tenido una pequeña conversación no podía sentir nada por ese chico, pero por otra parte mi cuerpo no parecía estar de acuerdo con mi cabeza. Sentí que era un sentimiento que tenía que guardármelo para mí y no hablarlo con nadie más ya que pensé que esto sería algo "pasajero"...

Decidí estar toda la mañana de instituto centrada en mis amistades y pasar de las clases para olvidarme del tema. A primera hora, en clase de Ética, nuestro querido y buenorro profesor Breinz nos mandó un curioso trabajo en el que teníamos que relatar nuestra vida, nuestro día a día, para "según el" valorar lo que tenemos y reflexionar sobre lo que nos brinda la vida. Una vez terminadas las clases, encendí mi móvil y encontré un mensaje desconocido, en el cuál decía lo siguiente...

"Tengo ganas de verte...
Acude al acantilado donde empezó todo" 
David.

Asombrada por el SMS, decidí ir al encuentro con David. Una vez allí, me di cuenta de que estaba todo desierto por lo que me pregunte... ¿Dónde está David?
De repente me di cuenta de que había un libro cerca de una roca. El libro era de color negro, desgastado y mojado por la fuerza de las olas del mar. Decidí abrir el libro para ver que contenía y para mi asombro el libro estaba casi vacío, solo había escrito una línea en la que ponía...

Y ASÍ COMENZÓ TODO...

De repente note como una mano suave se ponía sobre mi hombro... Al girarme me di cuenta de que era David, que me dijo:
-Has encontrado la sorpresa. 

Yo dije:
-¿A qué te refieres?

-A la sorpresa que te tenía preparada. Tras la conversación que tuvimos ayer, me di cuenta de que tú serias una persona muy especial en mi vida y como para mí la vida es como un libro, me gusta describir cada momento, que al leerlo pueda recordar todas las cosas, tanto buenas y malas que he vivido con la gente que me importa... y quiero que tu formes parte de esta historia, quiero que escribamos nuestros sentimientos, nuestros deseos, nuestros miedos...en fin, TODO. Será nuestro pequeño tesoro. Solo tuyo y mío. ¿Qué me dices?

En ese momento parecía que había leído el pensamiento de mi profesor de ética, ya que el trabajo tenía que tratar de mi vida... Estaba claro que quería, ya que para mí David se había convertido en una persona muy especial para mí y sería una buena forma de estar más cerca de él y compartir muchos momentos juntos mientras realizaba mi trabajo, por lo que le respondí:

-¡Claro! ¡Estaré encantada de poder formar parte de algo tan bonito como esto!..
¿Cuando empezamos?