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sábado, 20 de julio de 2013

La Playa.

Dieciocho. Una edad dificil, en la que algunos empiezan una nueva vida.. Tener dieciocho significa  empezar a ser mas maduro y tener los pies en la tierra.. significa que equivocarse esta a la orden del día, que tenemos que entender que la vida no es como a nosotros nos han contado..que después de muchas caidas, tenemos que aprender a ser fuertes y mirar hacia delante.. Ese es mi caso. Yo, una chica dulce, sencilla, muy amiga de mis amigos.. Y la cúal aprendió, que el amor no es un juego de niños.. amar es un sentimiento tan fuerte, que nosotros mismos no podemos controlar. Para mí el amor refleja todo lo necesario para ser feliz. En mi caso, lo fue.. El primer amor es único e irremplazable. Lo querramos o no, siempre va a ocupar una parte de nuestro corazón..Es como una espinita que se clava en lo mas hondo de nuestra alma, la cual por mucho que duela a veces..siempre estará ahi... Espero que mi historia os haga reflexionar y entender como es el amor..

Todo comenzó hace unos meses, en septiembre, en el aburrido pueblo de Puers, en California. Mi nombre es Kayla y como ya he dicho antes..soy una chica sencilla. Como la mayoría de los jóvenes, en septiembre empezamos lo que se suele decir "la vuelta al infierno", es decir, la vuelta al instituto. Lo único que me consolaba era contar con mi mejor amiga, Susana, con la cual he compartido casi todos los momentos tanto buenos, como malos, de mi vida. El primer dia de instituto fué bastante normalito, lo de siempre.. que si conocer a los profesores, los libros, volver a ver a la misma gente..enfin, todo normal. Mi amiga Susana me dijo que celebraban una fiesta en la playa como comienzo del curso, a la cual, no pensaba faltar.. Una buena borrachera no desanima a nadie no?